Desde hace mucho ya que me dan vueltas estas interrogantes:¿Qué superficie ocupa la dignidad de las personas?
¿Qué dimensiones de terreno propio permiten a un ser humano proyectarse de un modo sano hacia el futuro?
¿Qué será mejor: 3m2 de un búnker o 36m2 de una choza?¿Cuál es factor númérico que se debe aplicar a un ser humano para entender que no merece más que dos espacios de 1.5m2 para vivir? ¿Tal vez si multiplicamos la dignidad de una persona que vive cómodamente en un barrio exclusivo por un factor de... digamos 0.0002 lo entederíamos?
Pensar en llevar esto a números de esta forma me parecía ridículo en un primer momento, pero ahora que lo medito con más calma, me doy cuenta que lo que 
acabo de decir es que 5.000 personas de extrema pobreza valen lo que un hombre adinerado.
acabo de decir es que 5.000 personas de extrema pobreza valen lo que un hombre adinerado.Lo que estoy pensando, ¿Será una aberración?
Cuando veo que una planta química (o "complejo forestal e industrial" dicho en chileno) destruye el medio ambiente que es el verdadero hogar de un inmenso número de personas para beneficiar a unos pocos (no sé cuántos), pienso que tal vez hasta me quedé corto en el factor.
Pero volvamos a la casa.
El tema es grande, muy complejo, involucra las políticas del estado, una cultura de formas sin contenido, un mercado salvaje, y por sobre todo una visión miope del ser humano. Es mucho lo que hay que desgranar para poder entender cómo se puede pensar en hacer lo que se hace.
Entonces cuando salgo de mi casa y veo esas "lápidas profanadas" de 3m2 en calle Matta de San Carlos, pienso que para alguien serán un número que se sumará a otros para decir en un extenso discurso que "este año se entregaron 200.000 soluciones habitacionales", sin siquiera notar que ya no les quedan ni medidores, ni ventanas, ni planchas de cubierta, porque todo se lo están robando, ya que el objeto no alcanza a generar el más mínimo sentido de pertenencia.
En estas circunstancias no puedo exclamar otra cosa que ese sabio dicho que aún repiten nuestros abuelos ante estas idioteces:
"Está mal pelado el chancho".
*Álex Molina*
3 comentarios:
Como alguien me dijo con humor y sabiduría alguna una vez cuando me vieron caminar hacia la mediocridad:
"Cómo va a crecer el país así puh"
Me encanta el sentido social que le das a tu profesión. Creo que es eso lo que hace realmente un buen profesional: el preocuparse por las personas
Cuando los metros cuadrados son una excusa, cuando los numeros llenan los discursos, cuando los rostros los borran las palabras...
la politica deja de ser un ejercicio de servicio y pasa a ser un juego de poder... lo que ocurre con esas viviendas es eso: el olvido del objeto final de toda política publica, el bienesar de las personas.
Buena tu observación sobre las viviendas, insisto de nuevo en que a san carlos le hace falta el aporte de su propia gente, que puede y quiere aportar a su desarrollo.
saludos
Publicar un comentario