En mis últimos viajes a la cordillera he sido testigo de la extraña y obsesiva fascinación que genera en algunas féminas el copihue, nuestra flor nacional, asimismo he ido observando cómo se genera en ellas un compulsivo e irrefrenable deseo por traer un ejemplar de la enrredadera y de ser posible una "matita" para intentar reproducir en casa la simbólica belleza de nuestra flor nacional. Hasta ahora no visto he ningún intento exitoso en este campo.
La constatación de esta necesidad de tener en casa una copia feliz del copihue y mi vieja costumbre de caminar por la calle pajaroneando y mirando hacia cualquier lado menos al frente, me han traido luces sobre el hallazgo de una extraña especie que desde hace algún tiempo viene proliferando en las viviendas de nuestro país. Y al parecer, a diferencia del copihue, presenta un alto grado de adaptabilidad a diversos climas.
Realmente desconozco el nombre científico de esta enrredadera, pero he escuchado que algunos la llaman "diente de tiburón". Y aunque me he acercado a ella para fotografiarla en detalle, el zoom no me ha mostrado con claridad sus estambres y pistilos, creo que tal vez mi ignorancia botánica no permita que encuentre más información sobre la forma en que esta planta se reproduce. Aunque es evidente que lo está haciendo de forma exponencial.
Lo más interesante es que esta especie presenta una diversidad de características de color, forma y tipo de agrupamiento dependiendo del sujeto. Es así como he visto algunas de color negro o gris perla , otras verde musgo o beige (extrañamente los colores coinciden con la paleta de colores de las pinturas anticorrosivas), algunas crecen sobre las rejas metálicas otras sobre las panderetas, mientras unas marcan inusualmente líneas rectas otras dibujan curvas parabólicas o breves arcos de círculos.
No me parece entonces descabellado asumir que esta nueva especie, el "diente de tiburón", pudiera ser en el futuro nuestra flor nacional, ya que al parecer representa de mejor manera nuestra actual forma de vida.
*Álex Molina*
La constatación de esta necesidad de tener en casa una copia feliz del copihue y mi vieja costumbre de caminar por la calle pajaroneando y mirando hacia cualquier lado menos al frente, me han traido luces sobre el hallazgo de una extraña especie que desde hace algún tiempo viene proliferando en las viviendas de nuestro país. Y al parecer, a diferencia del copihue, presenta un alto grado de adaptabilidad a diversos climas.Realmente desconozco el nombre científico de esta enrredadera, pero he escuchado que algunos la llaman "diente de tiburón". Y aunque me he acercado a ella para fotografiarla en detalle, el zoom no me ha mostrado con claridad sus estambres y pistilos, creo que tal vez mi ignorancia botánica no permita que encuentre más información sobre la forma en que esta planta se reproduce. Aunque es evidente que lo está haciendo de forma exponencial.
Lo más interesante es que esta especie presenta una diversidad de características de color, forma y tipo de agrupamiento dependiendo del sujeto. Es así como he visto algunas de color negro o gris perla , otras verde musgo o beige (extrañamente los colores coinciden con la paleta de colores de las pinturas anticorrosivas), algunas crecen sobre las rejas metálicas otras sobre las panderetas, mientras unas marcan inusualmente líneas rectas otras dibujan curvas parabólicas o breves arcos de círculos.No me parece entonces descabellado asumir que esta nueva especie, el "diente de tiburón", pudiera ser en el futuro nuestra flor nacional, ya que al parecer representa de mejor manera nuestra actual forma de vida.
*Álex Molina*
1 comentario:
alex molina....Parra antipoeta
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